pero no hay nada que tocar

me falta una letra tras la lengua

que no conjugo

que no modulo

con la forma de mi boca

y los sonidos se me atoran

a su nombre y su salud


saco un sonido en la guitarra

vibra en mi garganta su tono

si me abandona el desierto 

del camino de los labios


me dice que miente

el sonido que retumba

de uno al otro lado

y de un hemisferio al otro


saco un sonido que vibra

entre mis dedos y la cuerda

sostiene un acorde certero

entre otras dos al aire


es el décimo intento de aprender

el abecedario

nunca me enseñaron bien

a tocar la guitarra

a sumar y restar

ni hablar correctamente


entonces si no sé qué cantar

y no sé modular

y no me sé expresar

me siento una muñeca rota


pero por qué una muñeca inanimada 

inherentemente humana

y no un bastión alimenticio


por qué no un peluche masculino

algodonado hasta el cerebro

con la forma de un caballo

como el seco arco de un violín

contra el caparazón de un charango


me mareo con las vueltas de mi silla

me siento en el ocaso de la luna

bajo el eco del silencio


mi paisaje son bosques de cactáceas

canto de grillos y ratones

y algo que me arrastra bajo el río


me siento una muñeca rota

inherentemente humana

fluyendo por el río de la abulia


no es tanto lo que debería ser

como lo que quiero ser

sin darle forma a los extremos

de las extremidades que veo

en la antesala de mis ojos


si tengo alas, me tiro al mar

si tengo branquias, nado

si tengo cielo, vuelo

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