ahí estoy yo
viendo el tiempo en la corriente del río
durante plena tarde
entre un sol insufrible y una gélida sombra
casi llegando a Rivadavia
donde dos ríos se bifurcan
pasando el cerro de la Nariz y los viñedos
ruidoso pesticida y la puta gresca de los loros
si la noche fuera un día no te esperaría
me hundiría con una soga
atando mi cuello a una roca muda
y ahí viene Charlot
estúpido arlequín que me salva de mi mismo
y estamos en el bar más inhumano
bailando un baile que no recuerdo
llorando a un niño que ya está muerto
y soy yo mismo extraviado entre las cumbias
si supieras mi nombre te acordarías
y pondrías mi nombre en una cara
pero el mar calmo es mi suicido
y mi sueño un mar de cine mudo
abrigo de mi mano el vacío negro
que mece absurdo el mismo tiempo
en que te miro y no recuerdas
y si recuerdas no te miento
no soy yo ni tú tampoco
ni tú eres yo ni yo tampoco
pero eres aura de un delirio
y soy peste de mi cansancio
y mis albañales te desnudan
y hace un tiempo no te veo
como un corvo raja el paño
viniste con tu sed de labios
a la tez de mi desierto
por tu lengua fluye un río
y mi sal forma el estuario
y no hace siglos falta viento
en la voz de esta pregunta
el sabor de sus labios quisiera
fuera mi único veneno
y no te hablo a ti, si no a ella
maldito cementerio
(¿qué juego es el abuso?
¿cuántos vampiros rondan el cementerio?
¿cuántos recuerdos forman su cuerpo?
y cuántos miedos lo destruyen)
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