voy arriba de la micro y no se pa donde vamos
una colisión provoca la pelea entre el conductor
y el conductor de otro auto
los pasajeros se bajan y tomo el volante
detienen la gresca y me quedan mirando
no peleen les grito y me pierdo en una curva
necesitan de un enemigo en común pa verse las caras
ya veo que a san pedro se le rompe la estatua
y el mar arrastra el berrinche de sus cuerpos tensados
sin saber por dónde me pierdo en otro sueño
y despierto recordando esa vez que con una amiga
tomamos una micro y ella se fue durmiendo
babeando en mi hombro
compartiendo la almohada del asiento
como hermanxs unidxs por la carencia afectiva
y despertando al final del recorrido
pa saber por fin donde-es-que llegan las micros
y quizás poder apagar el motor infatigable
y bajarnos en medio de un cerro al que nunca volvimos
después de un tiempo tampoco volvimos a vernos
ella se fue a santiago a estudiar partituras
y absorber como una esponja el esmog con su pelo
yo me fui preguntando por el ruido blanco y rosa
del último asiento hacia dónde llegaremos
si es que me quedo en silencio
y la micro sigue hasta la infinidad su recorrido
con las cumbias de antaño y los primeros perfumes
que despertaron en mí la sensación de estar vivx
y siempre es un baldío el aciago destino
en que despierto en otro sueño igualito que el primero
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